domingo, 2 de marzo de 2014

Dosis de betahistina en la enfermedad de Menière



Varios colegas me han preguntado ya acerca de las dosis de betahistina que estoy usando en el Menière. Estas dosis las he sacado de la siguiente referencia:

Strupp M, Huppert D, Frenzel C et al (2008) Long-term prophylactic treatment of attacks of vertigo in Menie`re’s disease - comparison of a high with a low dosage of betahistine in an open trial. Acta Otolaryngol (Stockh) 128:620–624

La dosis de betahistina que ahí se propugna es de 48 mg, 3 veces al día. O sea, dadas las presentaciones que hay en España, 3 comp de 16 mg cada 8 horas. Lo cual hace 9 pastillas al día. Es inevitable la desconfianza del paciente. Incluso algún médico de familia me ha llegado a acusar de intentar envenenar al paciente.

Estas dosis deben mantenerse al menos entre 6 y 12 meses. Según el estudio mencionado, comparando 16 mg/8 h (dosis bajas) con 48 mg/8 h (dosis altas), tras 12 meses de tratamiento se pasó de una media de 7.6 crisis/mes a 4.4 crisis/mes en el grupo de dosis bajas; en cambio, en el grupo de dosis altas, se pasó de 8.8 crisis/mes a 1.0 crisis/mes. La diferencia en el número de crisis entre ambos grupos es estadísticamente significativa con p=0.0002

En esta gráfica, copiada del artículo de referencia, vemos la disminución del número de crisis a lo largo de los 12 meses de tratamiento.En línea continua, el grupo de dosis alta. En línea discontinua, el grupo de dosis baja.

Creo que son cifras como para tenerlas en cuenta. Personalmente, voy empezando con 32 mg/8 h, subiendo a 48 mg/8 h cuando no se consigue reducir el número de crisis tras 3 mese de tratamiento.

Aún no tengo hecha ninguna estadística sobre mis resultados. Pero la impresión clínica es francamente favorable. Con estas dosis altas se consigue controlar un mayor número de pacientes que con las dosis bajas.

Como efectos secundarios: los habituales de la betahistina. Algunas molestias de estómago, algunas cefaleas... En genera, nada que no se pueda controlar con omeprazol. El problema viene cuando tratamos a un paciente con problemas bronquiales, asma o ulcus gástrico...

Desde que estoy usando estas dosis, prácticamente no he necesitado hacer inyecciones intratimpánicas para controlar la aparición de las crisis de Menière.

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